Si, Dios ha dado a los padres de un niño, un alma nueva y pura, en las manos de los padres está el moldearlo para bien o para mal. Los padres tienen el deber de:
- Dar amor, afecto, cariño, corrección con amor y firmeza.
- Dar alimento, vestido, cobijo, atención médica, educación en la medida que su situación lo permita.
- Brindar a sus hijos la formación integral con herramientas principios y valores para defenderse en la vida sea cada día una mejor persona, un mejor ser humano, un ser bueno.
- Los padres deben crear un hogar donde se viva el amor, la ternura, la amabilidad, el perdón, respeto, fidelidad, honradez, la verdad y el servicio desinteresado. La mejor forma de enseñarles esto es con el ejemplo, recordemos que un hijo asimila mucho más lo que ve que lo que se dice.
- Los padres aunque se enojen, deben siempre dominarse a sí mismos, nunca maltratar ni humillar a los hijos, cuando los padres se equivoquen deben reconocer y presentar disculpas. Padres e hijos deben siempre perdonarse unos a otros.
- Más que tratar toda la vida de controlar a sus hijos, deberán enseñarles cuando crezcan a HACER BUEN USO DE SU LIBERTAD, o sea que ellos solos, sabiendo lo que está bien y lo que no, decidan sus acciones. Se educan bien para soltarlos dejar que vuelen con las herramientas y EJEMPLOS dados.
- Se requiere que los padres enseñen a sus hijos a cuidarse de los peligros y cosas que hay en el mundo que no les conviene (amigos, lecturas, programas de tv, radio, internet, no adecuados para su edad, también el alcohol, pornografía, perdición, etc.)
- Orientar, dar consejo, pero nunca presionar a sus hijos cuando escojan una profesión o cuando escojan al conyugue con quien quieren casarse. Aceptar y respetar a sus hijos en la vocación.